Por Luis Córdova
Fue necesario que videos, indignantes y degradantes, se hicieran viral en el país y llegaran hasta noticiarios internacionales.
La violenta defensa del espacio -el público-, se hace propio bajo la consigna milenaria de "yo llegué primero" o la clásica "soy padre de familia".
El turista (extranjero o local), entre vergüenza y espanto, tuvo que ver como la tecnología compite con la caverna y como esta última siempre gana.
Taxistas que entre bostezos y calor, apostados en una esquina, cazan a un cliente, se oponen a que alguien pida desde una plataforma el servicio que ofrece.
La autoridad, la formal, habló de un "registro" -obligatorio- para “Empresas prestadoras de servicio de transporte turístico a través de plataformas tecnológicas”, advirtiendo que una vez vencido el plazo “se aplicarán los controles correspondientes”.
¿Controles? ¿Regulación? ¿Emprendimienro? ¿Miedo? ¿Terror?
Alguien abre la aplicación y descubre que desde su propio usuario otro alguien le ha pedido un viaje. Asombrado, decide indagar si es un error. Se da cuenta de que no. Ese alguien, sin su consentimiento, le pidió un viaje con destino al carajo.
10 Noviembre 2021 | http://www.elcentineladigital.com.do/perspectiva-noticiosa/al-carajo-se-llega-en-uber