Ha sucedido de nuevo. Fue posible una nueva edición del festival de los artistas, ArteVivo. Regresó o más bien lo trajeron los duendes.

Ha sido una oportunidad para renovar sueños, alimentar esperanzas. ArteVivo es, incorporo una cita de Silvio para variar, “un barredor de tristezas… un aguacero en venganza”. Los irreverentes sueños de adolescentes artistas santiagueros de hace más de treinta años son hoy un referente por antonomasia para escribir con justedad la historia cultural de Santiago y el país.
Y digo Santiago porque desde la casona no. 46 de esa calle Benito Monción, hoy Bulevar de los Artistas, se han gestado las posibilidades para que centenares de jóvenes tengan un espacio, un lugar al que no sea hostil sus expresiones, donde encuentren oidores de sus canciones, leedores de sus poemas, paredes en la cuales colgar sus cuadros y manos con las cuales labrar camino.


Tenemos la oportunidad de volver en la próxima primavera a contagiarnos de estos anhelos, a darnos un abrazo profundo por amor al arte, tal como pasó en este otoño, donde florecieron pasiones, recuerdos y el pacto de continuar siendo nosotros a pesar de nosotros mismos.
Por eso ArteVivo es un barredor de tristezas… se lleva lo feo y nos devuelve la certidumbre. Silvio presagió un aguacero en venganza que cuando escampe parezca nuestra esperanza.
Publicado en:
El Centinela Digital el 29 de noviembre de 2017
http://elcentineladigital.com.do/opinion/artevivo-esa-posibilidad-de-renovar-suenos