miércoles, 29 de noviembre de 2017

ARTEVIVO: ESA POSIBILIDAD DE RENOVAR SUEÑOS

Por Luis Córdova




Ha sucedido de nuevo. Fue posible una nueva edición del festival de los artistas, ArteVivo. Regresó o más bien lo trajeron los duendes.
La casa, obviamente Casa de Arte, de donde todo (literalmente) ha salido, ese lugar donde siempre se ha de volver. Los protagonistas, los que dejan la piel por amor al arte, fueron recompensados con la sabia del anonimato, con el sentimiento genuino de que cualquier artista, cualquier artesano, cualquier amigo y cualquier enemigo diga con propiedad que es parte, que ha sido parte y que ha colocado piedras en la fortaleza de la cultura que es hoy este festival que nos devuelve identidad y que en los días de su celebración convierte a Santiago en la capital cultural de la República.
Ha sido una oportunidad para renovar sueños, alimentar esperanzas. ArteVivo es, incorporo una cita de Silvio para variar, “un barredor de tristezas… un aguacero en venganza”. Los irreverentes sueños de adolescentes artistas santiagueros de hace más de treinta años son hoy un referente por antonomasia  para escribir con justedad la historia cultural de Santiago y el país.
Y digo Santiago porque desde la casona no. 46 de esa calle Benito Monción, hoy Bulevar de los Artistas, se han gestado las posibilidades para que centenares de jóvenes tengan un espacio, un lugar al que no sea hostil sus expresiones, donde encuentren oidores de sus canciones, leedores de sus poemas, paredes en la cuales colgar sus cuadros y manos con las cuales labrar camino.
Desde esa calle, a la que se suma una importante dinámica citadina, lo paradójico asoma: a pesar del tanto crecimiento, de tantos hitos, hay que pelear por mantener una cuadra, apenas una cuadra, continuar arañando presupuestos, hay que seguir luchando contra mezquindades, los molinos de viento de quijotescas maledicencias, egos inflados y para completar en una sabinera salida… escritores que no escriben, vividores que no viven… 
Nos vestimos de Caribe en un traje que el poeta Fernando Cabrera nos prestó. Decenas de colaborares gratuitos, secretos duendes, multiplicadores de ensueño que vinieron, volvieron a la casa a traer sus talentos, regresaron de nuevo. Para los que llevan números fueron más de cien actividades y más de un millón de emociones, para los crédulos ese programa se hace con voluntad y ese sentimiento no hay presupuesto que lo compre.
Tenemos la oportunidad de volver en la próxima primavera a contagiarnos de estos anhelos, a darnos un abrazo profundo por amor al arte, tal como pasó en este otoño, donde florecieron pasiones, recuerdos y el pacto de continuar siendo nosotros a pesar de nosotros mismos. 
Por eso ArteVivo es un barredor de tristezas… se lleva lo feo y nos devuelve la certidumbre. Silvio presagió un aguacero en venganza que cuando escampe parezca nuestra esperanza. 


Publicado en:
El Centinela Digital el 29 de noviembre de 2017
http://elcentineladigital.com.do/opinion/artevivo-esa-posibilidad-de-renovar-suenos